Mejorar el confort de nuestro hogar y reducir las facturas de energía son dos de los objetivos más deseados por cualquier propietario. En esta misión, los aislamientos se erigen como la solución más eficaz y rentable a largo plazo. Sin embargo, una vez tomada la decisión de aislar, surge la gran pregunta: ¿puedo embarcarme en este proyecto por mi cuenta o es imprescindible llamar a los expertos?
La respuesta no es un simple sí o no. Depende fundamentalmente del tipo de aislamiento, la complejidad de la zona a tratar y tu propia habilidad y experiencia en bricolaje. Afrontar la instalación por ti mismo puede suponer un ahorro significativo en mano de obra, pero un trabajo mal ejecutado puede anular los beneficios del material e incluso causar problemas estructurales o de humedades. Por otro lado, contratar a profesionales garantiza un resultado óptimo, seguro y duradero.
En este artículo, desglosaremos cuándo es viable arremangarse y ponerse manos a la obra, y cuándo la mejor inversión es dejar el trabajo en manos de empresas de aislamientos térmicos en Madrid u otras poblaciones.
El Escenario del Bricolaje: ¿Cuándo Puedes Hacerlo Tú Mismo?
Existen ciertos tipos de aislamientos térmicos cuyo formato y método de instalación son accesibles para una persona con habilidades básicas de bricolaje. Si te sientes cómodo con un cúter, una cinta métrica y sigues las instrucciones al pie de la letra, estos proyectos pueden ser para ti.
Materiales Aptos para la Autoinstalación:
- Paneles o Mantas de Lana Mineral o Fibra de Vidrio: Son los materiales más comunes para el bricolaje. Vienen en rollos (mantas) o paneles semirrígidos que se cortan fácilmente para encajarlos entre las vigas de un desván, los rastreles de un falso techo o en tabiques de pladur.
- Ejemplo práctico: Quieres aislar el suelo de tu buhardilla no habitable para evitar que el calor de la casa se escape por el tejado en invierno. El proceso consistiría en medir el espacio entre las vigas del suelo, cortar los rollos de lana de roca o fibra de vidrio a esa medida y colocarlos cuidadosamente, asegurándote de que no queden huecos. Es un trabajo metódico que requiere paciencia y, sobre todo, equipo de protección personal (guantes, mascarilla y gafas), ya que estas fibras pueden ser irritantes.
- Aislamiento de Espuma en Rollo o Placas (Poliestireno Extruido – XPS): Estos paneles rígidos son ideales para trasdosados interiores (forrar una pared por dentro) o para colocar bajo el pavimento. Son ligeros, fáciles de cortar y se adhieren con adhesivos específicos.
- Ejemplo práctico: Tienes una pared muy fría que da al norte y quieres mejorar su aislamiento desde el interior. Podrías comprar planchas de XPS, cortarlas a medida y pegarlas directamente sobre la pared limpia. Posteriormente, deberías cubrirlo con placas de cartón-yeso para un acabado final liso y pintable.
- Láminas Aislantes para Ventanas: Una solución de bajo coste y muy sencilla. Son films transparentes que se adhican al cristal o al marco, creando una cámara de aire adicional que reduce la pérdida de calor. Su instalación es tan simple como limpiar el cristal y aplicar la lámina con cuidado.
Ventajas del «Hazlo Tú Mismo» (DIY):
- Ahorro económico: Te ahorras el coste total de la mano de obra.
- Flexibilidad: Trabajas a tu propio ritmo y en tu propio horario.
- Satisfacción personal: La recompensa de completar un proyecto de mejora del hogar con tus propias manos.
La Intervención Profesional: ¿Cuándo es Imprescindible?
Hay técnicas y materiales de aislamiento que, por su complejidad, la necesidad de maquinaria especializada o los riesgos asociados, deben ser manejados exclusivamente por profesionales. Intentar realizar estos trabajos por tu cuenta no solo es poco práctico, sino que puede ser peligroso y contraproducente.
Instalaciones que Requieren Profesionales:
- Aislamiento por Insuflado: Esta es una de las técnicas más eficientes para aislar cámaras de aire en paredes de doble hoja, falsos techos o bajo cubiertas. Consiste en inyectar material aislante a granel (como celulosa, lana de roca o perlas de poliestireno con grafito) a través de pequeñas perforaciones.
- Ejemplo práctico: Tu casa, construida hace décadas, tiene paredes con una cámara de aire vacía que provoca que las estancias estén heladas en invierno. Una empresa de aislamientos térmicos acudirá con una máquina de soplado. Realizarán pequeñas perforaciones estratégicas en la fachada (o desde el interior) e inyectarán el material a presión. Este proceso, conocido como aislamiento por insuflado, garantiza que cada rincón de la cámara se rellene de manera homogénea, eliminando los puentes térmicos. Es físicamente imposible lograr este resultado de forma manual.
- Espuma de Poliuretano Proyectada: Este material se aplica en estado líquido y se expande hasta formar una capa rígida y continua de aislamiento. Su principal ventaja es que sella completamente cualquier fisura o hueco, creando una barrera hermética al aire y al vapor.
- Ejemplo práctico: Para aislar una cubierta o un forjado por la parte inferior, los profesionales, equipados con trajes de protección y equipos de proyección, aplican la espuma. La reacción química que provoca la expansión requiere conocimientos técnicos para controlar el grosor y asegurar una aplicación segura y uniforme. Manejar estos productos químicos sin la formación adecuada es peligroso.
- Sistemas de Aislamiento Térmico por el Exterior (SATE): Esta es la solución más completa para el aislamiento de fachadas. Consiste en adherir paneles aislantes al exterior del edificio, cubrirlos con varias capas de mortero y un acabado decorativo.
- Ejemplo práctico: Rehabilitar la fachada de un edificio para mejorar su eficiencia energética. Este es un trabajo de construcción a gran escala que requiere andamios, conocimiento de materiales de construcción, técnicas de anclaje y acabados. Es, sin duda, un trabajo exclusivo para empresas especializadas.
Ventajas de Contratar a un Profesional:
- Garantía y Calidad: Ofrecen una garantía sobre el trabajo realizado y aseguran que la instalación cumple con la normativa vigente.
- Eficiencia y Rapidez: Disponen de la experiencia y las herramientas para completar el trabajo en mucho menos tiempo.
- Seguridad: Conocen y aplican todas las medidas de seguridad necesarias.
- Asesoramiento Experto: Te ayudarán a elegir el mejor material para tus necesidades específicas, asegurando el máximo rendimiento de la inversión.
Factores Clave para Tomar tu Decisión
Para resumir, antes de decidir, hazte estas preguntas:
- Tipo de Aislamiento: ¿Es un material en panel o rollo (potencialmente DIY) o requiere una técnica como el insuflado o la proyección (definitivamente profesional)?
- Acceso y Complejidad: ¿Voy a trabajar en un suelo de desván abierto y plano o en una cavidad de pared inaccesible? El acceso es un factor determinante.
- Experiencia y Habilidad: ¿Tengo experiencia real en proyectos de mejora del hogar? Sé honesto contigo mismo sobre tus capacidades.
- Herramientas y Seguridad: ¿Dispongo de las herramientas necesarias y, más importante, del equipo de protección personal? ¿Estoy dispuesto a usarlo correctamente durante todo el proceso?
En conclusión, si tu proyecto es sencillo, como colocar mantas de lana mineral en un altillo accesible, el bricolaje es una opción viable y gratificante. Sin embargo, para la mayoría de las soluciones de alto rendimiento, como el aislamiento por insuflado en Madrid o la instalación de un sistema SATE, la balanza se inclina de forma abrumadora hacia la contratación de empresas de aislamientos térmicos.
Si vives en Madrid y necesitas el asesoramiento de un profesional en aislamientos térmicos, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. Te atenderemos encantado.
