Cuánto se puede reducir la factura de la luz gracias al aislamiento por insuflado

¿Cuánto se puede reducir la factura de la luz gracias al aislamiento por insuflado?

El aumento constante del precio de la energía se ha convertido en una de las principales preocupaciones para las familias y empresas en España. Cada mes, la factura de la luz representa un mordisco significativo en el presupuesto, especialmente durante los picos de frío en invierno y las olas de calor en verano. Ante este panorama, buscar soluciones efectivas y duraderas para reducir el consumo es más una necesidad que un lujo. Aquí es donde el aislamiento por insuflado emerge como una de las estrategias más inteligentes y rentables para lograr un hogar energéticamente eficiente.

Pero, ¿de qué ahorro estamos hablando realmente? La respuesta es contundente: el aislamiento por insuflado puede reducir la factura de la luz entre un 25% y un 50%. Este impresionante porcentaje se centra, sobre todo, en la energía destinada a la climatización (calefacción y aire acondicionado), que suele ser la mayor responsable del gasto energético en una vivienda. La clave de su éxito reside en un principio físico muy simple: atacar la raíz del problema. En lugar de generar más calor o frío, se enfoca en conservar la temperatura deseada dentro de casa, evitando que se escape.

¿Cómo funciona el aislamiento para generar este ahorro?

Para entender el ahorro, primero debemos comprender por dónde se va la energía en una vivienda mal aislada. Las paredes exteriores con cámara de aire vacía, los falsos techos o las cubiertas son auténticos coladeros energéticos. En invierno, el calor generado por la calefacción se fuga a través de estos puentes térmicos, obligando al sistema a trabajar de forma continua para mantener una temperatura de confort. En verano, ocurre el proceso inverso: el calor exterior penetra en la vivienda, sobrecargando el aire acondicionado.

Los aislamientos insuflados actúan rellenando estas cavidades (cámaras de aire en muros, falsos techos, etc.) con materiales de alta capacidad aislante, como la celulosa o la lana de roca. Al insuflar el material a presión, este se expande y se distribuye de manera uniforme, creando una barrera térmica continua y sin juntas. Esta barrera reduce drásticamente las pérdidas de calor en invierno y las ganancias en verano. Como resultado, la demanda energética del inmueble disminuye, los sistemas de climatización trabajan menos horas y, en consecuencia, el consumo en la factura de la luz se desploma.

¡Aprende más!  ¿Qué es el aislamiento térmico por insuflado?

El ahorro en cifras: Ejemplos prácticos

Las cifras abstractas a veces no son suficientes. Pongamos dos ejemplos concretos para visualizar el impacto real del ahorro energético con el aislamiento por insuflado.

Ejemplo 1: Chalet unifamiliar en Guadalajara

Imaginemos un chalet de 150 m² construido en los años 90 en la provincia de Guadalajara, una zona con inviernos fríos y veranos calurosos. La vivienda no cuenta con aislamiento en su cámara de aire. El gasto medio en calefacción (gas o electricidad) durante los 5 meses más fríos es de 250 €/mes.

  • Gasto anual en calefacción (sin aislar): 250 €/mes x 5 meses = 1.250 €
  • Tras una intervención de aislamientos térmicos Guadalajara, se consigue una reducción del 40% en la demanda de calefacción.
  • Nuevo gasto anual en calefacción (con aislamiento): 1.250 € – 40% = 750 €
  • Ahorro anual en la factura: 500 € solo en calefacción. A esto habría que sumar el ahorro en aire acondicionado durante el verano, que podría rondar otros 150-200 €, elevando el ahorro total a unos 650-700 € al año.

Ejemplo 2: Piso en un bloque de los años 80 en Toledo

Consideremos un piso de 90 m² en una planta intermedia en Toledo, otra zona de clima continental. Al ser una vivienda más pequeña y rodeada de otros pisos, las pérdidas son menores que en un chalet, pero siguen siendo significativas. La instalación se realiza mediante un aislamiento sin obras Toledo, es decir, a través de pequeñas perforaciones en la fachada que se tapan posteriormente, sin causar molestias en el interior. El gasto en climatización es de 120 €/mes durante 6 meses al año (invierno y verano).

  • Gasto anual en climatización (sin aislar): 120 €/mes x 6 meses = 720 €
  • Se aplica un aislamiento por insuflado que logra una reducción del 30% en el consumo.
  • Nuevo gasto anual en climatización (con aislamiento): 720 € – 30% = 504 €
  • Ahorro anual en la factura: 216 € cada año, mejorando además drásticamente el confort.
¡Aprende más!  Eficiencia energética. Puntos claves desde insuflado hasta contratar luz

Factores clave que influyen en tu ahorro potencial

El porcentaje de ahorro no es una cifra mágica, sino que depende de una serie de factores específicos de cada vivienda:

  1. Estado inicial del aislamiento: Es el factor más determinante. Una vivienda sin ningún tipo de aislamiento en sus muros o cubierta experimentará los ahorros más espectaculares, pudiendo alcanzar e incluso superar ese 50%. Si ya existe un aislamiento deficiente, el ahorro será menor pero igualmente notable.
  2. Clima de la zona: En zonas con climas extremos, como Castilla-La Mancha o Castilla y León, donde los inviernos son gélidos y los veranos tórridos, el impacto del aislamiento es mucho mayor. La diferencia de temperatura entre el interior y el exterior es más grande, por lo que las pérdidas energéticas son más acusadas.
  3. Grosor del material aislante: La capacidad de aislamiento es directamente proporcional al grosor del material inyectado. Las cámaras de aire más anchas permiten instalar una capa más gruesa de aislante, lo que se traduce en un mayor rendimiento y, por tanto, en un mayor ahorro.
  4. Tipo de sistema de climatización: El ahorro económico se notará en cualquier sistema, pero será especialmente visible en aquellos que consumen más, como los radiadores eléctricos o las calderas de gasoil antiguas. Combinar una bomba de calor aerotérmica (muy eficiente) con un buen aislamiento es la fórmula ganadora para un consumo casi nulo.
  5. Tamaño y orientación de la vivienda: A mayor superficie de fachadas y cubierta en contacto con el exterior, mayor es el potencial de ahorro. Asimismo, una vivienda con orientación norte (más fría en invierno) o sur (más calurosa en verano) se beneficiará enormemente de esta mejora.
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Más allá de la factura: Beneficios que revalorizan tu hogar

Si bien el ahorro económico es el principal motor, los beneficios del aislamiento por insuflado van mucho más allá:

  • Confort térmico superior: Di adiós a las paredes frías, las corrientes de aire y las habitaciones que son un horno en verano. La temperatura se vuelve estable y homogénea en toda la casa, creando una sensación de bienestar inigualable durante todo el año.
  • Revalorización de la vivienda: Una casa bien aislada obtiene una mejor calificación en el Certificado de Eficiencia Energética. Pasar de una letra E a una C puede incrementar el valor de mercado de la propiedad y hacerla mucho más atractiva para posibles compradores o inquilinos.
  • Sostenibilidad y medio ambiente: Reducir el consumo de energía no solo alivia tu bolsillo, sino que también reduce las emisiones de CO2 a la atmósfera. Es una inversión en tu patrimonio y en el futuro del planeta.
  • Mejora del aislamiento acústico: Un beneficio colateral muy apreciado, especialmente con aislantes como la celulosa, es la reducción del ruido proveniente del exterior, lo que contribuye a un hogar más tranquilo y silencioso.

En definitiva, instalar un aislamiento por insuflado no es un gasto, sino una de las inversiones más inteligentes que puedes hacer en tu hogar. Se amortiza en pocos años gracias al ahorro directo en las facturas y, desde el primer día, te regala un nivel de confort y calidad de vida que no tiene precio.